miércoles, 16 de mayo de 2012

Cuento breve "La Imaginación de Pepita"


La Imaginación de Pepita
Un día estaba Pepita con su familia en la gran terraza de su casa, allí jugaba con sus primos y con sus tíos, sus papás habían organizado una barbacoa. Mientras Pepita y sus primos jugaban en la piscina que habían montado, los mayores asaban en una de las barbacoas deliciosas longanizas, chuletas... y en la otra unas riquísimas sardinas que sus tíos Daniel y Sonia habían traído. A Pepita le gustaban mucho estas reuniones familiares, pues era la única vez al año que se veían todos juntos.
Había llegado la hora de la comida, y los abuelos les llamaron a Pepita y sus primos para que fueran a la mesa que habían preparado para esta ocasión. Todos comenzaron a degustar la comida. A su abuelo Raimundo le gustaban mucho las sardinas, y siempre que traían era el que más comía. De repente ocurrió que todos vieron que en la silla donde se sentaba el abuelo, ahora había un gato; todos comenzaron a llamarle pero el abuelo no contestaba. Pepita como era pequeña y solía tener mucha imaginación empezó a creer que de comer tantas sardinas su abuelo se había convertido en un gato, y se lo contó a todos los presentes. Todos comenzaron a reírse de la imaginación de Pepita. La abuela, sus papás y sus tíos seguían buscando al abuelo, pues al no contestar este a las llamadas se comenzaron a preocupar de verdad. No cabían en su asombro de que Pepita pudiera tener razón, cuando de repente el abuelo apareció por la puerta de la casa, y se dieron cuenta de que el supuesto gato que había suplantado al abuelo, resultó ser el de unos vecinos del barrio, que al pasar por allí cerca olió las sardinas y decidió apuntarse a la comida aprovechando que el abuelo se había levantado en un momento en el que todos estábamos distraídos. Al final todo terminó en una divertida anécdota.


            FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario